La versión más oscura de los cuentos #6: La Reina de las Nieves

¡Buenas desde la biblioteca!

Hoy os traigo a este pequeño rincón una nueva entrega de “La versión más oscura de los cuentos”, y no es con otro, que con la fábula escrita por Hans Christian Andersen llamada La Reina de las Nieves. Dicha obra fue la inspiración para la popular película de Disney, “Frozen”, que cosechó un éxito extraordinario en taquilla, y a posteriori. Pero como todas las versiones, ésta difiere bastante de la original aunque guarde un notable recuerdo.

Fue publicado por primera vez en el primer volumen de “Nuevas Fábulas” en diciembre de 1844 y es considerada como una de las mejores obras de Andersen. La trama principal se centra en la lucha entre el bien y el mal que involucra a los pequeños Kai y Gerda. Destacar que el último capítulo, el octavo, recibe el nombre de Frozen. Así que sin más dilación, pasemos a conocer un poco más esta maravillosa historia escrita por el famoso danés.

La Reina de las Nieves y el pequeño Kai

El demonio y el espejo

Erase una vez un pequeño demonio que poseía un espejo particular, diferente a los que todos conocemos. Éste espejo era capaz de reflejar la parte más horrible que todos llevamos dentro, y por más pequeña que fuera la semilla, era capaz de magnificarlo hasta el extremo. Por el contrario, fallaba a la hora de reflejar las cosas bellas, no solo de personas sino también de los paisajes.

Anna y Elsa, "Frozen"

El pequeño demonio junto a un séquito decide ir hasta el Cielo para que gastar la pesada broma sus habitantes, pero a medida que ascendían, el espejo se iba a agrietando y volviendo más resbaladizo, hasta que por fin cae mientras se rompe en millones de pedazos. Los trozos no eran más grandes que un grano de arena, y sin piedad se fueron clavando en los corazones y los ojos de las personas que pillaba en su trayectoria. Los corazones quedaron congelados formando pesados bloques de hielo, y los ojos se convertían en el mismo espejo, viendo solo lo horrible de todo cuanto contemplaran.

El corazón helado de Kai

Una de las astillas del espejo roto se incrustaron en el corazón y los ojos de Kai, que de inmediato se volvió agresivo y lleno de odio hacia todo lo que le rodeaba. En este punto es cuando aparece la Reina de las Nieves, que se lleva a Kai tras darle dos besos; el primero para volverle insensible al frío, y el segundo para hacer que se olvide de su amiga de infancia, y a la que quiere como a su hermana, Gerda. Un tercer beso lo hubiera matado. Por ello nadie cree nunca que la Reina fuera malvada; se dice que ella se llevó a Kai para salvarlo de sí mismo, y evitar que el odio le consumiera.

La gente del pueblo da entonces por sentado que el río se llevó la vida de Kai, pero Gerda se niega a aceptarlo. Por el contrario, sale en su busca, la cual le llevará a superar diversas dificultades y aventuras, que duran incluso años. En una conoce al reno Bae que acepta llevarla hasta la tierra de la Reina de las Nieves, hasta el mismísimo palacio blanco.

Eternidad

Kai y Gerda, y la Reina de las Nieves

Gerda por fin encuentra a Kai, atrapado en un lago helado, donde la Reina tiene su trono y mantiene al joven cautivo. Para liberarlo, Kai debe formar la palabra “Eternidad” (en danés Evigheden) mediante trozos hielo. En cuanto lo ve su hermana, ella corre hacia él y le da un beso, y es entonces el poder del amor que lo libera. Gerda llora sobre él, y sus lágrimas derriten el hielo en su corazón, que por fin hace reaccionar a Kai. Al derramar éste también sus propias lágrimas, elimina las astillas del espejo maldito de sus ojos. 

Después de festejarlo, ambos logran construir la palabra Eternidad y huyen de los dominios de la Reina de las Nieves. Ella nunca impide su huida, pues habían completado el reto. Algunos creen que en cierto modo, la Reina lo había orquestado de tal forma pues era la única posible para salvar a Kai.

Esta vez, vamos a quedarnos con una sensación más cálida y positiva. En general la película Frozen solo guarda la esencia del cuento clásico de Andersen, y quizás sea también la parte más importante de éste; el mensaje. Un beso de amor verdadero logra derretir un corazón congelado, un abrazo del más puro y cercano de los lazos, el de dos hermanos, sea o no de sangre, el de la familia.