Sangre en el Espejo de la Reina - Carter Dickson

“¿Quién de los componentes de nuestro grupo envió a Marcia Tait una caja de bombones envenenados?”

Género: Novela negra. Clásico.

Sinopsis: A sir Henry Merrivle, antiguo jefe del servicio de contraespionaje británico, le visita su sobrino James Bennet -a quien fascina el talante atrabiliario del viejo que, además, es un genio de la investigación criminal- para ponerle al tanto de dos asuntos: su encuentro con la actriz Marcia Tait, bien conocida por el espía, y la tentativa de asesinato que contempló por casualidad.

Más tarde, el hallazgo de un cadáver en el pabellón de la casa donde el misterioso grupo de personajes se había reunido los sacude a todos. La nieve que rodea la casa es el testigo mudo de un crimen que parece imposible.

Reseña:

El autor es bien conocido dentro del género, y se trata de una correcta elección para adentrarse en este mundo lleno de contrastes. Fue escrito en el año 1934, y sin duda, esto se aprecia bien desde las primeras páginas, no solo por el estilo narrativo sino también por el proceso de investigación y la forma de enfocar el crimen que tiene lugar. Para mi gusto, esto le suma puntos ya que nos sumerge en otra época mucho más rodeada de misterio, y menos guiada por pruebas físicas e irrefutables.

La trama nos lleva hasta White Priory, una mansión a las afueras de Londres. En ella tiene lugar un extraño asesinato, donde dicha persona goza de una conocida fama mundial, y para colmo, el cadáver es encontrado sin vida bajo extrañas circunstancias. No se vuelve complicado solo por el hecho de que todos parezcan tener un móvil, sino sobre todo, porque es casi imposible explicar cómo ha sido cometido el crimen. Estamos ante otro caso de la habitación cerrada; de primeras parece improbable concebir qué ha pasado, y cómo el asesino pudo entrar y salir de la misma.

Ante este planteamiento muchos llegaréis a la correcta conclusión de que se trata de una novela negra al estilo británico, donde el enigma en sí es lo que prima. En este caso la lectura nos desafía a sumergirnos de pleno en él, retándonos a solucionar el acertijo, y debo confesar que es complicado ir relacionando acontecimientos, al menos, de forma anticipada a como te lo van presentando en el libro. Estaba bastante perdida, y no me esperaba cómo iba a terminar todo, por lo que afortunadamente, sabe mantener la intriga hasta el final. Aunque no puedas concebirlo en un principio, todo queda bien hilado y tiene sentido, y hasta te preguntas cómo no se te había ocurrido antes. Puede pecar de algo rebuscado, pero así son los enigmas.

Sin embargo, el ritmo es ciertamente pausado, llegando a resultar algo denso, sobre todo, porque toda la trama se desarrolla en un mismo escenario salvo las primeras páginas; la mansión. Este hecho puede hacerte sentir que estás dando vueltas en círculos, siempre rodeando la respuesta final pero sin llegar a alcanzarla hasta las últimas páginas. Este hecho hace que la lectura enganche de forma intermitente.

En conclusión, se trata de una novela negra a la vieja usanza donde el misterio es la clave. Reta al lector a resolver el rompecabezas y adelantarse al célebre detective, hasta alcanzar el punto álgido en las últimas páginas. Recomendado a todos aquellos que les apetezca enfrentarse a este tipo de retos en una lectura, pues sino se volverá algo densa y su avance lento. Cruzar las puertas de White Priory puede ser arriesgado, porque nadie está del todo a salvo...

“Durante un momento tuvo una idea increíble. Recordó que en los alrededores del pabellón sólo se veía la hilera de huellas de John Bohum, que iban y venían hacia la puerta. Pero el asesino tuvo que entrar y salir. Aunque hubiera sesenta pies de hielo sólido alrededor del pabellón, no podría haber entrado y salido sin dejar una sola huella; tendría que haber algunas en la parte trasera o en alguna otra entrada.”

Sangre en el Espejo de la Reina

Anexo:

   Carter Dickson, seudónimo de John Dickson Carr, nació en el año 1906 en Pensilvania. Otros seudónimos que empleó fueron Carr Dickson y Roger Fairbairn. Su padre fue un célebre abogado criminalista, por lo que cuando su hijo decidió hacerse escritor, este hecho no fue muy aceptado por él. 

Es uno de los escritores más brillantes del género, encontrándose entre los mejores de la llamada “época dorada” de la novela de misterio. “Los crímenes de la viuda negra” es otro de sus conocidos títulos, además de “Muerte en cinco cajas” y “La ventana de Judas”, entre otros.