Joyland - Stephen King

“ 'Su mente es así –pensé–. En el fondo, donde jamás sonríe.' ” 

Género: Thriller, Misterio, Terror

Sinopsis: Corría el verano de 1973, y en Carolina del Norte un joven llamado Devin Jones entraba a trabajar durante esos calurosos meses en el gran parque de atracciones “Joyland”. En plena adolescencia tendrá que lidiar con los desencantos del amor, sus propios fantasmas, las dudas, y en general, lo que significa dejar atrás la niñez. Pero además, el parque oculta un oscuro misterio; el asesinato de una joven en la Casa Embrujada. Y dicen, que todavía vaga por allí...

Reseña: 

    Con el maestro del terror por excelencia, Stephen King, cada libro es una sorpresa, donde te puedes encontrar desde una historia alucinante, hasta otras menos impactantes e incluso algunas simplemente pasables. Joyland pertenecería a la segunda categoría, pues los ingredientes con los que contaba eran muy buenos pero el resultado final está por debajo de esas expectativas. Es una historia con una doble inquietud. Por una parte se tiene la sensación de que se ha quedado demasiado corta, o que tal vez, necesitaba de algo más para enamorar, mientras que por otra parece que sea un relato que se ha alargado.

Nuestro protagonista es un adolescente llamado Devin que consigue un trabajo de verano en Joyland, un parque de atracciones. Sus problemas con la novia, y todas las dudas y temores fruto de esa etapa de la vida serán la pauta del libro. Veremos como va creciendo a lo largo de la historia, hasta alcanzar la madurez, forzado por las circunstancias. El resto de personajes están bien construidos, pero ahí se queda. Nunca llegué a empatizar con ellos, salvo tal vez, con el pequeño Mike. Pero se trata del señor King, así que en ese sentido, siempre nos encontraremos una historia con todas sus partes técnicas bien elaboradas.

Todo lo contado hasta ahora está muy bien, pero, ¿dónde queda el misterio? Pues lo encontraremos en la muerte de una joven, en concreto, un asesinato ocurrido años atrás en la mismísima Casa Embrujada de Joyland. Nunca se supo quién fue el responsable, y desde que se entera, Devin vivirá obsesionado con desentrañar la verdad. Esta parte de la trama que era determinante, se quedó simplemente coja. En ningún momento resultó emocionante, y se veía venir el desenlace, que es una de las peores cosas que le puede pasar a una historia de este tipo. Una vez más, buena redacción (debo confesar que además me encanta la prosa de King), excelente construcción, pero falta de chispa en la forma de ejecutarlo. No obstante, el verdadero “pero” es que, o bien el libro requería una dosis más de terror de la mano de la Casa Embrujada, o que ésta fuera mayor en relación a la trama de los asesinatos.

Sin embargo, me gustó mucho la descripción del escenario. Nunca había leído un libro donde toda la historia transcurriera de forma íntegra en un parque de atracciones (“Un día en Horrorlandia” no cuenta, y encima era muy pequeña jaja), y que además, estuviera situado en otra época, y en ese sentido me ha encantado. Conoces la vida del feriante desde dentro, e incluso una jerga propia, que el propio King aclara al final, existía de verdad. Destila melancolía en cada página, e incluso esa belleza antigua de una foto en sepia.

En conclusión, es un libro correcto, que sin duda entretiene, pero no te deja con la boca abierta. Vas pasando las páginas y no te llegan a enamorar, pero tampoco te quedas decepcionado. Te lo recomiendo si te apetece leer algo ligero, y bien hecho, y sobre todo si te llama la atención o quieres saber un poco más de ese mundo con el añadido de un misterio que resolver. Al fin y al cabo se trata de King, y por eso también esperaba algo más de él, así que en ese sentido fui quizás algo más exigente. Pero nunca me arrepentiré de haber entrado en la magia de Joyland y descubrir cada uno de sus rincones a través de los ojos de Devin. Y resolver el misterio. Así que si te animas también a entrar, ten cuidado con la Casa Embrujada...o puede que esté acechando un peligro mayor en otro lado.

“La gente cree que el primer amor es dulce, y más aún cuando esa primera relación se rompe. Habrás escuchado mil canciones de música pop y country que así lo demuestran; canciones sobre algún tonto al que han partido el corazón. Sin embargo, ese primer corazón roto es siempre el que más duele, el que más tarda en curarse, el que deja la cicatriz más visible. ¿Qué tiene eso de dulce?”

página 9, "Joyland" - Stephen King

Anexo:

    Como comenté en la reseña, en el libro aparece una jerga particular que sólo conocían los feriantes. Sin embargo, "el Habla" que describe Stephen King en el libro, no es exactamente el que existía de verdad. Al fin y al cabo, como bien dice él, se trata de ficción.

Aunque el 100% jerga que usa King en su libro no fuera la real, muchas expresiones de ésta sí lo eran. Entre esas palabras nos encotramos con "montapánfilos" que era como los feriantes se referían a la noria. Por otro lado, las "zamperlas" que eran las atracciones para niños (en honor al fabricante Zamperla) o la expresión "quemar la parcela" cuando se dejaba un pueblo a toda prisa.  Asímismo, King también nos refiere al final de su libro a otro del autor, Wayne N. Keyser, que publicó "The Dictionary of Carny, Circus, Slideshow & Vaudeville Lingo", el cual se puede consultar en internet y de donde sacó toda esta información.