CURIOSIDADES... y rumores...

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS.

Debido a la creación de nuestra nueva sección “Sigue al Conejo Blanco” se me ocurrió que aún no habíamos publicado nada de una de las más famosas obras literarias que existen en el mundo mundial: Alicia en el País de las Maravillas; de donde sale no sólo nuestro Conejo Blanco, también los ya famosos Sombrerero, La Oruga azul y el Gato de Cheshire, entre otros.

Quien más quien menos hemos visto o leído alguna versión de la obra, las más famosas la de Disney y la reciente de la gran pantalla de Tim Burton. Pero ¿sabemos los rumores y entresijos que la acompañaron? Hoy cotillearemos un poco...

La famosa obra fue creada por el británico Charles Lutwidge Dodgson, conocido con el sobrenombre Lewis Carroll. El nombre real “Alice’s adventures in Wonderland” “Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas”.

La historia comenzó de manera casual el 4 de Julio de 1862, durante el tradicional paseo en barco por el río Támesis que Lewis Carroll hacía acompañado por el reverendo Robinson Duckworth, y las tres hermanas Liddell: Lorina Charlotte, Alice y Edith, de trece, diez y ocho años. Para pasar el tiempo, Dodgson improvisó a las niñas una serie de historias disparatadas que más tarde llegaría a ser su primer y más grande éxito comercial a las que llamó “Las aventuras subterráneas de Alicia”. Después de la excursión, Alice le pidió que escribiese la historia. Dodgson pasó una noche componiendo el manuscrito, y se lo regaló a Alice Liddell en las Navidades siguientes. El manuscrito estaba ilustrado con dibujos del propio autor. La versión definitiva fue ilustrada por sir John Tenniel.

Hasta aquí la información para todos los públicos. Vayamos ahora a los hechos... “rumorísticos”...

Por lo que hace a Lewis Carrol, el rumor más famoso que corre de voz en voz es que tenía tendencias pedófilas. No sabemos si es real o no, pero al parecer al hombre no sólo le gustaban las matemáticas y escribir cuentos, era un amante de la fotografía. No se ha recuperado toda su obra fotográfica (en parte destruida adrede por sus descendientes), pero gran parte de ella consiste en fotografías de menores, niñas en su mayoría [Lewis Carroll Photographer, de Roger Taylor, 2002]; de los que se ha encontrado seis desnudos. También se dice que de golpe, en el año 63, no se sabe porqué pero se cree relacionado con la pequeña Alice, la familia de ésta dejó de lado cualquier tipo de relación que tuviera con Carrol. Las páginas del diario de Carrol en que lo explicaba también se arrancaron.

También corre el rumor de que Carrol era consumidor de drogas psicoactivas, de láudano. El láudano (procede del opio)  era usado como analgésico de consumo común en su época que le ayudaría con los dolores de la artitris que sufría. Otros lo dicen por las alucinaciones de variaciones de tamaño que sufre el personaje de Alicia, que corresponden de los efectos de un tipo de seta psicotrópica.

Otra curiosidad de Carrol: de joven estaba destinado a terminar como sacerdote. Además, era tartamudo. 

Pero por circunstancias de la vida, Alice tuvo que vender el manuscrito que le había regalado Lewis en el 63. Lo adquirió un doctor; que lo vendió a R.Johnsons y éste lo expuso al público en la Universidad de Columbia con motivo de la conmemoración del centenario del nacimieno de Lewis Carroll. La Universidad invitó a Alice, ya muy mayor. Durante la visitia conoció a Peter Llewelyn-Davies, uno de los hermanos que inspiraron el personaje de Peter Pan a J.M.Barrie.

Y el tercero en discordia: El ilustrador, John Tenniel, tampoco se libra de rumores. Fue famoso en su época, dibujando para varias revistas e ilustrando muchos relatos y novelas. ¡Pues era ciego de un ojo!. Y como guinda, nunca usaba modelos ni fotografías para pintar. Un “crack”.

Para acabar, al final de “Alicia a través del espejo”, la segunda parte de la novela, hay un poema acróstico con su nombre completo de niña: Alice Pleasance Liddell

A boat beneath a sunny sky,

Lingering onward dreamily

In an evening of July--

Children three that nestle near,

Eager eye and willing ear,

Pleased a simple tale to hear--

Long has paled that sunny sky:

Echoes fade and memories die.

Autumn frosts have slain July.

Still she haunts me, phantomwise,

Alice moving under skies

Never seen by waking eyes.

Children yet, the tale to hear,

Eager eye and willing ear,

Lovingly shall nestle near.

In a Wonderland they lie,

Dreaming as the days go by,

Dreaming as the summers die:

Ever drifting down the stream--

Lingering in the golden gleam--

Life, what is it but a dream?