¡Buenas noches devoradores de libros! Aunque un poco tarde (ha sido un día muy ocupado), os traigo el artículo de hoy, y como no podía ser de otra manera siendo 23 de Abril, vengo a hablaros de la leyenda de Sant Jordi. El año pasado Nimue ya os habló del Día del Libro, que coincide en fecha con la Diada de St. Jordi. Muchos seguramente ya sabréis esta leyenda, pero para los que aún la desconocen, hoy os la explicaré. Quiero decir que es la típica leyenda que se cuenta a los niños en el colegio desde pequeños, y tiene 'distintas' versiones, como suele ocurrir en el boca a boca. Yo he usado un poco mis recuerdos de la infancia para relatar la historia, aparte de ojear algunos libros en la tienda para acordarme mejor de algunas partes (no quería daros una mala versión). Espero que os guste mi relato.
La leyenda de Sant Jordi
Erase una vez un pueblo catalán (se dice que Montblanc) era devastado por un monstruo feroz y terrible. Un monstruo que podía caminar, volar y nadar, y tenía un aliento de fuego que arrasaba en llamas lo que encontrara a su paso, además de tener tan mal aliento que envenenaba el aire y producía la muerte a todos el que respiraban ese aire. El monstruo no era otro ser que un impresionante dragón verde.
Ese dragón era el terror de los animales y las personas, y por toda la zona cercana a Montblanc reinaba el terror. A cambio de no arrasar la ciudad, el dragón les exigía comida. Es así como en poco tiempo el dragón se comió todos los animales de la zona. Preocupados por la situación, los habitantes de Montblanc se reunieron para buscar una solución y decidieron que cada día le darían para comer a una persona elegida por sorteo de entre todos los habitantes del pueblo. Así esperaban calmar el temperamento del dragón.
Durante un tiempo consiguieron calmar al dragón de esta manera, y la familia que venía a uno de sus miembros ser sacrificado recibía riquezas en compensación. Pero sucedió que un día la suerte quiso que fuera la princesa, la hija del Rey, la que saliera en el sorteo. La joven princesa era muy simpática, amable, hermosa y elegante. El pueblo la quería y eran muchos los que estaban enamorados de ella, motivo por el cual muchos ciudadanos se ofrecieron para sustituirla. Sin embargo, el Rey decidió ser justo y severo, y aunque estaba roto de dolor por dentro, sentenció que su hija era como la de cualquier otro. Si le había tocado ir, tenía que ir.
Así pues, la princesa acató las órdenes de su padre y salió del castillo para encontrarse con el dragón mientras todo el pueblo miraba desconsolado y afligido, como la princesa se dirigía hacia el sacrificio. Pero mientras la princesa se dirigía hacia la guarida del dragón, un joven caballero de brillante armadura montado sobre un caballo blanco, apareció. La princesa lo miró y le advirtió:
-¡Huid! Huid rápidamente de aquí, noble caballero, pues si os quedáis por aquí, aparecerá el dragón y os devorará.
El joven caballero la miró y le contestó:
-No sufráis por mí, joven doncella. Si estoy aquí es porque he venido expresamente. He venido desde muy lejos para protegeros a vos y liberar a vuestro pueblo de esta bestia.
Aún no había acabado la frase cuando, para horror de la princesa y regocijo del caballero, el dragón salió de su guarida y apareció ante ellos. El caballero y la bestia empezaron una intensa pero breve lucha, hasta que el caballero le clavo una estocada con su lanza que dejó malherido al terrible dragón. Tan malherido, que acabó muriendo, y de la sangre que brotó de su herida, surgió un rosal con las rosas más rojas que la princesa había visto en su vida.
El joven caballero fue hasta el rosal y arrancó una rosa, que rápidamente le ofreció a la princesa. Luego montó a la princesa en su caballo blanco y la llevo hasta Montblanc, donde la gente los recibió con lágrimas en los ojos, emocionados. El que más emocionado estaba era el Rey, que corrió a abrazar a su hija.
-¿Cómo se llama, valiente caballero?
-Me llamo Jordi, señor.
A partir de aquí existen dos versiones. La que dice que Jordi y la princesa se enamoraron y se casaron, y la que dice que aunque el Rey le ofreció riquezas y la mano de su hija en agradecimiento, él lo rechazó y prosiguió con su camino, en busca de nuevas bestias a las que matar y nuevas doncellas a las que rescatar.
También hay versiones que dicen que el dragón no muere, sino que Jordi lo encadena y se lo entrega a la princesa, o que es Jordi el que muere. Ya se sabe lo que pasa con la tradición oral, que es como jugar al teléfono pero a nivel supremo.
También hay versiones que dicen que el dragón no muere, sino que Jordi lo encadena y se lo entrega a la princesa, o que es Jordi el que muere. Ya se sabe lo que pasa con la tradición oral, que es como jugar al teléfono pero a nivel supremo.
Y es por ese motivo que en este día los hombres regalan rosas rojas a las mujeres y ellas les regalan un libro. ¿Qué os ha parecido la historia a los que no la conocíais aún? ¿Os ha gustado? La verdad es que como leyenda esta bonita, pero desde La Biblioteca nos oponemos al asesinato de dragones. Es mucho mejor entrenarlos, y leer juntos ¿No creéis? :)
jajajajaja que interesante!! No conocía esa historia!!
ResponderEliminarSaludos!! :D
Buenas! es una bonita y curiosa leyenda, una de mis favoritas. besos
ResponderEliminarHola! Me han explicado y he explicado la leyenda millones de veces y es que no me canso, me parece maravillosa, gracias por recordarla.
ResponderEliminarNo sabía que había dos versiones, me ha encantado la de que Sant Jordi continua su camino, muy poético todo! Y sí, yo también estoy de acuerdo en leer con dragones, deben de ser un buen cojín para disfrutar de la lectura ;) Besos!
Me encanta este día, me encanta esta leyenda :)
ResponderEliminarNo sé, desde siempre la conozco y le tengo el cariño especial.
Gracias por compartirla en el blog, es una idea genial
Besos!!
-Novelíssimas-
Feliz Sant Jordi :)
ResponderEliminarYo ya me sabía la leyenda, pero está muy bien que le hayas dedicado una entrada^^
besos
Yo conocía la historia justo ayer xD
ResponderEliminarDe todas formas, está muy bien, me gusta mucho. Pero yo también me opongo al asesinato de dragones, ¡es de lo peor!
Un beso y feliz día del libro atrasado ^^
Creo que de pequeña tenía un cuento que se titulaba "San Jorge y el dragón", y nunca supe que tenía relación con el Día del Libro hasta hace pocos años. Por las fotos parece que hay muchas discrepancias en cuanto al tamaño del dragón jaja Pero no, no hay que matarlos, matar es malo, y además están en peligro de extinción.
ResponderEliminarUn beso.
hola!!
ResponderEliminarno tenía ni idea!!
qué bonita leyenda
un beso
Jajaja qué final más gracioso! "Desde la biblioteca nos oponemos al asesinato de dragones" Me encanta
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