miércoles, 29 de enero de 2014

Literatura japonesa I: literatura clásica japonesa

¡Ohayo~! O lo que es lo mismo, Buenos días en japonés :)
Hoy os traigo un articulo que es una mezcla de dos de mis pasiones: la literatura y Japón.  El otro día revisando mi carpeta de la universidad me acordé de mis clases de literatura, y se me ocurrió hacer este articulo. Si el tema os interesa y el articulo os gusta, la idea es hacer alguno que otro más (2 o 3 como mucho), y otro sobre literatura china. Como el articulo es largo no me enrollo más y os dejo que leáis.
Normalmente, la historia de la literatura japonesa se divide cronológicamente en dos grandes etapas: la clásica, que incluye desde lo que se considera el inicio de la literatura (siglo VIII) hasta el final del periodo Edo (final del siglo XIX); y la moderna, que empieza a partir de la Restauración Meiji –con la que Japón inicia su modernización– y llega hasta nuestros días.

Este articulo pretende ser un rápido y breve repaso de la primera de estas dos grandes etapas, es decir, desde los albores de la literatura japonesa hasta el final del feudalismo japonés con el clan Tokugawa, que cae ante la necesidad imperiosa de tener que abrir el país al exterior después de casi tres siglos de aislamiento.

Esta fase de la literatura clásica se puede subdividir en cuatro etapas:

La etapa Jôdai (‘edad antigua’)

La etapa Jôdai corresponde a los periodos Yamato y Nara, del siglo V al año 794.

Contexto histórico:  Esta etapa corresponde a la primera parte de la edad antigua según la cronología japonesa, que va del periodo Yamato (caracterizado porque se construían grandes tumbas para los jefes señoriales de los pequeños estados –siglos III a VII–) con capital en Nara, hasta el inicio del periodo Heian. Este periodo acaba en el año 794 con el traslado de la capital a Kyoto. Hay una evolución tanto cultural como de forma de vida (se pasa de la pesca y la recogida de plantas silvestres al cultivo del arroz, lo que hace que se creen núcleos de población que constituyen pequeños focos señoriales, que acaban por formar un estado unificado conocido con el nombre de Yamato en el siglo V. A partir del siglo V, la literatura que se había transmitido oralmente hasta entonces comienza a escribirse con caracteres chinos, kanji, tomados de aquel país. Naturalmente, al mismo tiempo se transmiten otros factores culturales como el confucianismo y el budismo, y florecen las culturas Asuka y Hakuhô.
Durante el periodo Nara (710-784) la capital se fija en la ciudad de Nara, y se crea un estado centralizado que introduce un sistema administrativo similar al de la China de la dinastía Tang. En este periodo se redacta lo que se conoce como las primeras crónicas: el Kojiki y el Nihonshoki.

Panorama literario: En el caso de Japón, la literatura se inició como una forma de expresión oral, la cual contenía elementos musicales y teatrales. Para los hombres de la antigüedad, que vivían inmersos e integrados en la naturaleza, el ritual más importante de sus comunidades era el dedicado a la veneración de los dioses. Las palabras, fórmulas y expresiones utilizadas en estas ceremonias, que seguían la creencia de que las palabras bellas procuraban el favor de los dioses, son conocidas con el término norito. Estos rituales o fiestas (matsuri) se caracterizaban porque se organizaban en ocasión de recitales de poesía, cantos o narraciones orales, etc.
El origen de las crónicas son las leyendas y mitologías sobre los dioses, que se habían ido transmitiendo oralmente; durante la primera mitad del siglo VIII se “traducen” en lenguaje escrito, y conforman obras como el Kojiki y el Nihonshoki, cuyo objetivo era solidificar el sistema estatal de Japón como una unidad territorial.
Tanto el Kojiki como el Nihonshoki contienen numerosos poemas que se recitaban ampliamente en el seno de la comunidad. A través de éstos se pueden conocer las características y la manera de vivir de la gente. En otra antología poética más conocida, el Man’yôshû, se recopilan muchos waka y otras poesías, y se manifiesta claramente el sentimiento personal de todas las clases sociales.

Aparte del género poético waka ( poesía japonesa que presenta diferentes estilos, entre los cuales el más conocido es la tanka de 5-7-5-7-7sílabas) también se cultivaba la composición de poemas chinos escritos únicamente con caracteres (kanji). Se puede mencionar el Kaifûsô como la primera antología de este género (mediados del siglo VIII). Era un tipo de literatura bastante corriente, ya que entre las altas esferas de la Corte, como la familia imperial, los nobles y los bonzos, era obligatorio conocer las poesías escritas en kanji.

Destacamos dos conceptos fundamentales que dominan las obras de esta época:

Masuraoburi: se refiere al estilo magnánimo, enérgico y viril que representa el Man’yôshû, que contrasta con el estilo taoyameburi –femenino, elegante y delicado– del Kokinshû del siguiente periodo.

• Makoto: sentimiento real y auténtico que se consideró como significativo en este periodo Jôdai. Se simboliza con la máxima: “el corazón alegre, puro y recto”. Se apreciaba mucho la combinación ideal de esta realeza del alma con la expresión simple.

La literatura de la etapa Chûko (‘baja edad media’). 

La etapa Chûko corresponde, básicamente, al periodo Heian, de 794 a 1192.

Contexto histórico: El periodo Heian es una época en la que tanto la política como las actividades culturales continuaban claramente en manos de los nobles y de las clases aristocráticas. Ahora bien, a pesar de esto, a lo largo de estos cuatrocientos años se producen importantes cambios que dejarán una notable huella en el ámbito de la literatura.
Desde el punto de vista político, se traslada la capital a Kyoto para evitar que el budismo influyera en exceso en la política. La actividad gira en torno al emperador y los nobles que le rodean. Desde el punto de vista cultural, florece una cultura lujosa y magnífica sostenida principalmente por los nobles. En su inicio estuvo muy influida por la cultura china, transmitida mediante las misiones enviadas a China con esta finalidad de importación cultural.
En la última parte de este periodo, se forma y establece la cultura propia del país en aspectos como la literatura, el arte, la arquitectura y la artesanía. Se puede destacar, asimismo, que el budismo se extiende gradualmente entre el pueblo.

Panorama literario: En la primera mitad del siglo IX el mundo literario seguía bajo el dominio de la poesía china, y se editaron varias antologías por orden del emperador Saga. A partir de mediados del siglo IX, surge un movimiento que propone un respeto cada vez mayor por la cultura propiamente japonesa, y a principios del siglo X, por orden imperial, se completa la antología poética Kokinwakashûque señala el renacimiento del waka después de casi un siglo de retroceso.
En esta época sucede un hecho trascendental, como es el nacimiento del silabario hiragana, un derivado estilizado de los kanji. Utilizando el hiragana se escribirá el Taketori monogatari, considerado el origen de los relatos novelescos, seguido del Ise monogatari o Cuentos de Ise.
A partir de finales del siglo X, las mujeres toman la iniciativa en el mundo de la literatura, la gran precursora de éstas es la madre de Fujiwara Michitsune, que escribió el Kagerô nikki o Diario de efímera. El centro de estos nucleos literarios femeninos lo constituía la Corte, los palacios donde residían las emperatrices y damas de alto rango que prestaban allí sus servicios, lo que consideraban un honor. Aquí nacían obras trascendentales de fama mundial como el Genji monogatari o Romance de Genji, escrito por Murasaki Shikibu, o el Makura no sôshi o Libro del cojín, de Sei Shônagon. Coincidiendo con la caída de la política de los regentes, también se esfuma la vitalidad de las obras literarias, sin poder salir a la luz ninguna obra en prosa que consiga igualar el Genji monogatari; en poesía tampoco se pudo apreciar un avance positivo a lo largo del periodo final de la época Heian. Únicamente se puede destacar como novedad algunos relatos históricos, como el Ôkagami o el Eiga monogatari, o novelas anecdóticas como el Konjaku monogatari o Cuentos de la antigüedad.
En la sociedad de los nobles del periodo Chûko se aprecia un ambiente emocional elegante, al mismo tiempo que delicado y armónico. En este contexto cultural, cabe destacar los siguientes conceptos fundamentales para cualquier aproximación a la literatura japonesa del periodo:

Taoyameburi: se contrapone a masuraoburi –que se reflejaba en el Man’yôshû– y se trata de un estilo verdaderamente femenino, elegante y delicado que aparece en el Kokin waka-shû.

Mononoaware: es el espíritu culminante del Genji monogatari, nacido en el seno de la vida de los nobles y que constituirá el núcleo de la estética tradicional de Japón. Se trata de aquellas emociones o sentimientos conmovedores que penetran en nuestro espíritu al tener contacto con realidades externas como la naturaleza, o con personas y cosas, cuya percepción debe hacerse justo en su momento.

Okashi: es una belleza alegre, clara e intelectual, en contraposición con la sensación emotiva del mononoaware. Se trata de percibir las cosas de manera sensorial y expresarlas con objetividad. Un autor como Sei Shônagon es muy hábil en captar el okashi, por lo que se le compara frecuentemente con Murasaki Shikibu.

Miyabi: como define Cores (1999, pág. 157), se trata de un “ideal estético literario que apareció a finales del periodo Heian. Significa ‘belleza exquisita’, y se refiere también a la liberación de la mente para establecer contacto directo con la divinidad de la naturaleza y percibir lo perecedero de la vida”. El Ise monogatari se basa en este espíritu.


La literatura de la etapa Chûsei  (‘alta edad media’). 

La etapa chûsei corresponde a los periodos Kamakura, Muromachi y Azuchi-Momoyama: alta edad media, años 1192-1603.

Contexto histórico: Corresponde a la alta edad media (1192-1603) según la cronología japonesa. Se trata de una etapa de continuas guerras a todos los niveles con una situación sociopolítica muy poco estable. El establecimiento del gobierno militar de la familia Minamoto en Kamakura  fue un hecho destacado en el sentido de que el poder pasó de manos de los nobles, encabezados por el emperador, a los vasallos. Este orden se mantuvo sólo durante tres generaciones, y acabó al pasar el poder a otros vasallos, en concreto al clan Ashikaga, que fomenta una cultura muy refinada en torno a Muromachi en Kyoto. A esta época corresponden la ceremonia del té y otras expresiones culturales.
Esta etapa acaba con continuas guerras por todo el país: quien tiene más fuerza es quien consigue el poder, sin atender al rango social. Como consecuencia de esto, surgen figuras como Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi, y se fomenta la cultura Azuchi Momoyama.

Panorama literario: si la alta edad media, denominada Chûsei en japonés, es una época que políticamente destaca por un proceso gradual de cambio de poder político (de nobles a vasallos), lo mismo sucede en el mundo literario, cuyo cultivo se extiende a las clases menos nobles y al pueblo en general. Juntamente con la ampliación de la gama de los lectores desde los nobles y vasallos hasta la clase plebeya, se diversifica la consciencia literaria como una reacción razonable.

Yûgen: concepto que se cultiva principalmente hacia la edad media. Se basa en la belleza que se encuentra en la profundidad en medio del silencio, donde se funden diferentes sentidos estéticos refinados, como por ejemplo, el mononoaware. Será la estética más representativa del periodo medieval y se cultiva en el waka, el renga o el Nô.

Ushin: es un concepto que se encuentra en la prolongación del yûgen y por eso se da importancia a aquella sensación que queda después de una emoción, aunque se basa más bien en una belleza más técnica y seductora. El ushin es el concepto principal para comprender el waka.

Mushin: es el antónimo del ushin. Se aplica en el renga como contraposición a la finura y el refinamiento del ushin. Es especialmente apto para el sentimiento del pueblo, más sencillo y lleno de sentido del humor.

La literatura de la etapa Kinsei (‘pasado reciente’). 

Corresponde al periodo Edo, años 1603-1868.

Contexto histórico: Corresponde a la baja edad media (1603-1868) según la cronología japonesa. Cuando el guerrero Tokugawa Ieyasu consigue subir al poder después de duras luchas con numerosos adversarios, establece un poderoso sistema centralizado con la finalidad de controlar a todos los ciudadanos. La sociedad queda dividida en cuatro rangos jerárquicos muy claros, y se restringen la movilidad y los desplazamientos de los súbditos fuera de su tierra de origen. Asimismo, Tokugawa cierra el país al extranjero y se inicia el aislamiento de Japón durante más de doscientos sesenta años –aislamiento que dura hasta el final del periodo Edo.

Desde el punto de vista cultural, en la primera mitad de este periodo los comerciantes de Ôsaka y Kyoto son los que animan la sociedad y la cultura. Posteriormente, florece la cultura Genroku, a medida que, en la segunda mitad del periodo, el papel de dinamizador pasa a los comerciantes de la ciudad de Edo, la actual Tokyo. Desde allá mantiene la iniciativa cultural, a pesar de la precaria situación del gobierno del shogunato Tokugawa, que va decayendo progresivamente.

Panorama literario: La estabilidad de la segunda parte del periodo (con la capital en Edo) comportó un crecimiento de la economía que, a su vez, contribuyó al crecimiento general de la alfabetización. En consecuencia, la literatura pasó a tener un valor comercial añadido, que se tradujo en un gran crecimiento de la industria editorial.
En este contexto, se iniciaron nuevos géneros literarios, siempre en consonancia con el desarrollo social de la época. Los teatros populares, por ejemplo, empezaron a programar obras de títeres (jôruri 浄 瑠璃) y kabuki –apreciadas por el gran público especialmente porque contrastaban con la rigidez que pretendía imponer el shogunato Tokugawa. En poesía se desarrolló el haikai ( 俳諧) (conocido más tarde como haiku 俳 句), una forma poética de 17 sílabas. Sus temas principales fueron los diferentes aspectos de la naturaleza y de las vidas de la gente corriente. En el campo del ensayo, estudiosos como Keichû, Kamo no Mabuchi, o Motoori Norinaga se centraron en analizar textos antiguos como el Kojiki, el Man'yôshû o el Romance de Genji
Bueno, y hasta aquí el tocho-post de hoy. Ha sido denso (¡Y eso que he recortado!) pero espero que os haya gustado. He hecho el articulo con mis apuntes de la universidad, por lo que el mérito es de mis profesores Shigeko Suzuki y Albert Nolloa, yo solo me he limitado a hacer una selección y hacerlo más ligero. Espero que os haya gustado. 



13 comentarios:

  1. Gracias por la informacion sobre la literatura , la verdad no tenia ni idea de todo esto :)

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  2. Pedazo entrada!
    Ahora acabo de aprender que buenos dás en japones se dice como si a un americano le preguntan ¿De donde eres? y el responde de Ohaio.
    Total, que si hay un japones empadronado en ohaio no sabes si te esta diciendo que es de ohaio o dándote los buenos días... Jajajaja.
    Buwno, y despues de esta broma, Decir que como siempre, aprendo cosas en buestra biblioteca.
    Seguid así!!!
    Besos!!!

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  3. Sinceramente, nada de esto lo sabía, genial entrada

    Saludos!!! :D

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  4. Hola! Me facina la cultura japonesa desde que era muy pequeña por que mi tía viajo al país y llego con tantas cosas e historias que yo solo tenía que conocer mas de esta cultura. Por eso mismo se agradece mucho la entrada, trata de algo que mw apasiona y que no sabia, adoro aprender cosas nuevas todos los días
    Cuidate y nos leemos
    Besos

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  5. La verdad es que no sabía nada nada de esto, me ha resultado muy interesante.
    Muchas gracias
    Un beso!

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  6. Muy buena entrada, gracias por culturizarnos ^_^

    Saludos

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  7. Que entrada más interesante
    Yo solo conocía Genji Monogatari y ya xD
    Enhorabuena por el artículo, es muy completo ^^
    Un saludo!

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  8. ¡Hola! :D
    Esta entrada ha resultado de lo más interesante. Me gusta la cultura japonesa, pero todo esto lo desconocía.
    Gracias por compartir tanta información.

    Un besito ^-^

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  9. Madre mía qué pedazo entrada! Me encanta que nos ilustres con este tipo de cosas. Siempre nos traes cosas super interesantes. La verdad es que siempre me había interesado la literatura japonesa, pero nunca me había puesto a indagar seriamente sobre sus orígenes o su tradición. Lo que dices sobre las 'matsuri' me recuerda a las festividades de la antigua Grecia en las que se veneraba a los dioses y se hacían cánticos y se recitaban poesías.
    Me ha encantado la entrada. Un besito! ^^

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  10. Muy bueno el artículo, me llaman mucho la atención todos estos temas, además es interesante, aprendí cosas que no sabía :D gracias por compartir el artículo.
    Saludos Infinitos

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  11. Me ha encantado tu post de hoy, has dado muchísimos datos que desconocía y poco a poco me he convertido en una especie de aficionada a la literatura oriental (antes de tu post hubiera dicho aficionada, pero he visto que no)
    Besos y muchísimas gracias

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  12. ¡Qué entrada tan interesante! Me encanta Japón, y más aun saber cosas sobre ese país y esa cultura tan diferente a la nuestra ^^
    Gracias por la información, ¡un besazo!

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  13. ha sido de gran ayuda y fue muy interesante

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